martes, 11 de febrero de 2014

El café de tus ojos, capítulo 1


Título: El café de tus ojos
Categoría: Katekyo Hitman Reborn!
Pareja: 1827 - Hibari x Tsuna
Género: Romance, Drama, Semi AU
Advertencias: Posible OoC
Autor: Ziqu D' Pafaeo
Palabras: 4800+
Tipo: Logfic
Estado: 
En proceso (1/?)


Resumen:
El color de sus ojos era atrayente, esas perlas de chocolate brillaban con intensidad cada vez que lo veía. Aunque fuera por poco tiempo, sus ojos se conectaban con los propios y se perdían en la inmensidad, sin embargo, aun cuando amaba verlos, odiaba la razón de ellos.

Disclaimer:
Los personajes le pertenecen a Akira Amano sensei. Yo solo los tomo para saciar mi curiosidad sin fines de lucro.

Notas:
Primer capítulo e introducción de la historia. Les sugiero que, si no han visto el anime (porque solo me basé en él para hacer este fanfic), lo vean. Además, lean con cuidado, está un poco enredosa la trama.

Enjoy it!

El café de tus ojos
Por Ziqu

~*~
I
Tsuna
~*~

La pelea contra Byakuran y sus Coronas Fúnebres se tornó complicada al tener a los miembros de Vongola heridos o incapaces de seguir luchando. Yuni se mostraba sumamente preocupada por el porvenir de las acciones del jefe de la Familia Gesso, ahora líder de Millefiore; Tsuna por su parte, con su habitual actitud, no dejaba de preocuparse y pensar de modo pesimista. ¿Y si todo salía mal y no podían salvar el futuro?

Pero el momento de la batalla real llegó y cada quien tuvo que ponerse en posición. Divididos en dos equipos para proteger los lados frontales y Tsuna, como último recurso por si un ataque directo por el frente se daba, que muy posiblemente sería así.

El estruendo de una explosión alertó a las chicas que se encontraban junto a Reborn y los demás, solo esperando y deseando con todo el corazón por el bienestar de todos. Otro estruendo y supieron que Gokudera ya estaba luchando junto con Gamma, según lo planeado.

Tazaru seguía pensando que tener a Lambo en el campo de batalla era un error, más que eso, debía ser horrible para él tener que estar ahí; pero entonces Ryohei le dijo algo y el pequeño niño vaca sacó su caja arma e hizo lo increíble.

Varia llegó; Hibari parecía haber caído en la trampa de Kikyo; a Tsuna un presentimiento lo invadió, era tan palpable que todos a su lado lo sintieron también… Entonces la última de las Seis Verdaderas Coronas Fúnebres apareció. ¿Qué era eso? No parecía ser una ilusión, ni Mukuro ni Fran podían negarlo, ¿entonces qué? ¿Qué tipo de ser era?

Fuera lo que fuera, estaba absorbiendo las llamas de la última voluntad de todos los presentes, incluso de las otras Coronas Fúnebres.

Tsuna se enfrentó a Ghost, como lo llamó Kikyo, y absorbió de nueva cuenta todas las llamas que se había llevado de todos los presentes, pero algo no andaba bien, él lo sabía y no porque su híper-intuición se lo decía. Y fue ahí que Byakuran llegó.

El enfrentamiento entre él y Tsuna fue inevitable. Así como también lo fue que Byakuran tuviera ventaja sobre el Décimo Vongola gracias las alas creadas de las llamas absorbidas por Ghost.

Encerrado en el campo de resonancia hecho por los anillos Mare, Vongola y el pacificador del Cielo de Yuni, a Tsuna le preocupaba menos el lastimar a cualquiera que estuviese cerca ya que actuaba como escudo, pero eso no impedía que Byakuran siguiera golpeándolo a diestra y siniestra. La fuera del líder de Millefiore era descomunal y el pobre niño Vongola, aun con todo lo aprendido en todo ese tiempo en el futuro, no lograba debilitarlo.

—…shi…

El poder era avasallante, no sabía qué más hacer para encontrarle un punto débil a su oponente.

—…na…

A su mente llegaron los recuerdos de todos los días que pasó entrenando; Lal gritándole lo patético que era, Hibari-san haciéndole sobre explotar su resistencia y potencial. También recordó a las chicas, a Haru y a Kyoko preparándoles las comidas, haciendo la huelga y luego sus reacciones al contarles la verdad.

—…erta…

Entonces Byakuran lo atrapó y perdió la conciencia…

—¡Tsunayoshi!

Abrió sus ojos mostrando un ligero resplandor marrón brillando en ellos. Las lágrimas corrían a cada lado de su rostro empapando su almohada.

—Tsunayoshi…

Una suave voz lo llamaba; aunque estaba todo oscuro, por la cercanía de ésta podía deducir que el dueño de ella estaba a su lado, el calor de unas manos sosteniendo con fuerza su diestra se lo confirmaba.

El café de sus ojos seguía brillando, pero con menos intensidad cada vez. Sin poder moverse decidió cerrarlos y esperar a que su cuerpo volviera a la normalidad. Sin embargo, un sinfín de emociones aún lo embargaban y las lágrimas fluían cual caudales de ríos profundos.

—Tsunayoshi —lo llamó de nuevo su acompañante, atrayéndolo hacia sí y abrazándolo con fuerza.

—K… ya…

—Shh, está bien, no hables —le dijo al notar cómo intentaba hablar—. Aquí estoy… —le besó en la coronilla de su cabeza, llenándose con el delicioso aroma que su cabello marrón emitía y comenzó a acariciarle la espalda, sintiendo una pequeña humedad en su pecho—, aquí estoy.

Palabras: 698
Capítulo: Siguiente

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