El café de tus ojos, capítulo 3

Título: El café de tus ojos

Categoría: Katekyo Hitman Reborn!
Pareja: 1827 - Hibari x Tsuna
Género: Romance, Drama, Semi AU
Advertencias: Posible OoC
Autor: Ziqu D' Pafaeo
Palabras: 4800+
Tipo: Logfic
Estado: En proceso (3/?)

Resumen:
El color de sus ojos era atrayente, esas perlas de chocolate brillaban con intensidad cada vez que lo veía. Aunque fuera por poco tiempo, sus ojos se conectaban con los propios y se perdían en la inmensidad, sin embargo, aun cuando amaba verlos, odiaba la razón de ellos.

Disclaimer:
Los personajes le pertenecen a Akira Amano sensei. Yo solo los tomo para saciar mi curiosidad sin fines de lucro.

Notas:
Tercer capítulo, igual de corto que los anteriores. La trama sigue igual de rara pero se irá desarrollando y clarificando con forme pasen los capítulos.

¡Disfruten~!

El café de tus ojos
Por Ziqu

~*~

III
Sueño

~*~

—¡Mamma, mamma! ¿Podemos ir al festival? —decía un Tsuna de cinco años, sentado en las piernas de su madre con una sonrisa de oreja a oreja y sus enormes ojos naranjas brillando con anhelo.

—¿Festival? —preguntó Nana sorprendida puesto que ella no le había dicho sobre él a su pequeño hijo—. ¿Quién te habló de él, cariño?—dijo a la vez que se levantaba con Tsuna en brazos. Se acercaba la hora del baño y, aunque tenía sirvientes que podrían ayudarle, ella prefería ocuparse de su retoño. El que fuera ciego no le quitaba responsabilidades sobre él, al contrario, le cuidaba aún más.

—¡Lo vi en mi sueño! —respondió con firmeza, alzando las manos como si tratara de alcanzar algo. Nana abrió los ojos como platos y detuvo su andar—. ¿Sabes? También, vi a otros niños, aunque solo escuchaba sus voces, y entre ellos había una niña muy linda. Sé que si voy, podré hablar con ella.

—Tsu-kun..., cuando dices "una niña muy linda" ¿te refieres a que viste su rostro?

—¡Sí!

La emoción en la voz de su hijo era palpable. El hecho de que Tsuna dijera que podría ver a aquella niña era algo increíble. Tal vez eso significaba que...

—Lal Mirch —llamó Nana y en un segundo una joven de unos quince años con el cabello azul apareció frente a la sacerdotisa, inclinándose sobre el piso a modo de respeto, como los ninjas solían hacerlo.

—Diga, Nana-sama.

—¿Dónde está Iemitsu?

—Iemitsu-dono se encuentra en el área del festival, cuidando que todo esté en orden —respondió automáticamente.

—Bien, dile que Tsuna y yo bajaremos para dar una vuelta —la cabeza de Lal se alzó con precipitación mostrando así su sorpresa, pero antes de replicar la orden, Nana continuó hablando—. Hoy Tsuna ha pedido salir, dice que algo bueno ocurrirá, ¿no es así?

La ninja miró entonces al pequeño en brazos de la castaña, esos ojos naranjas las veían sin verla realmente, sin embargo podía distinguir un brillo diferente al usual.

—¡Lal, Lal! ¿Nos acompañarás también? ¡Quiero dulces, Lal! De esos que siempre me traes cuando bajas al pueblo.

—Nana-sama...

—Tsunayoshi nunca había pedido salir del templo, sabes lo que significa, ¿verdad? —preguntó viendo cómo el pequeño intentaba tocar a la joven a pesar de no verla, pero dirigiendo sus manitos en dirección hacia ella.

—Entendido. Le informaré de esto a mi señor —y con eso desapareció tan rápido como llegó.

Palabras 405

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