martes, 29 de julio de 2014

El café de tus ojos, capítulo 4


Título: El café de tus ojos
Categoría: Katekyo Hitman Reborn!
Pareja: 1827 - Hibari x Tsuna
Género: Romance, Drama, Semi AU
Advertencias: Posible OoC
Autor: Ziqu D' Pafaeo
Palabras: 4800+
Tipo: Logfic
Estado: 
En proceso (4/?)

Resumen:
El color de sus ojos era atrayente, esas perlas de chocolate brillaban con intensidad cada vez que lo veía. Aunque fuera por poco tiempo, sus ojos se conectaban con los propios y se perdían en la inmensidad, sin embargo, aun cuando amaba verlos, odiaba la razón de ellos.

Disclaimer:
Los personajes le pertenecen a Akira Amano sensei. Yo solo los tomo para saciar mi curiosidad sin fines de lucro.

Notas:
La trama sigue aún confusa y enredosa, pido paciencia porque todo se irá aclarando conforme pasen los capítulos. 

Enjoy it!
El café de tus ojos
Por Ziqu

~*~
IV
Festival
~*~

Cuando Nana y Tsuna llegaron al festival, todos los miraban llenos de sorpresa y curiosidad. La sacerdotisa vestía un yukata lila con estampados florales en blanco y el obi de color rosa. Tsuna llevaba el yukata liso en color azul fuerte y el obi blanco, anudado como el de su madre.

—Entonces, Tsu-kun, ¿quieres comer algo en particular?

—¡Dangos!

Hai, hai, primero iremos por dangos, entonces —dijo la castaña sonriéndole a su hijo, emprendiendo camino buscando por un puesto de dangos en tanto las personas los seguían viendo.

Cuando encontraron un puesto con esa comida, el vendedor quiso regalarles lo que habían pedido, pero para sorpresa del mismo y de los que estaban alrededor, Tsuna le dijo que no podía aceptarlo así como así, que vender era su trabajo y él, aunque fuera el hijo de alguien importante, no tenía por qué pedir lo que fuera gratis.

—Sería injusto que le quite algo por lo que ha trabajado tanto en preparar y no pagar nada por el esfuerzo —estiró su manito boca arriba mostrándole las monedas que su madre le dio para pagar el alimento—. Así que tráteme como uno de ustedes que al fin y al cabo sigo siendo un cliente.

La sonrisa enorme, tanto de la madre como del hijo, hizo que unas cuantas lágrimas se acumularan en los ojos del vendedor. Le entregó los dangos al pequeño Tsuna y a cambio recibió la paga correspondiente por ellos.

Nana hizo un asentimiento con la cabeza y murmurando un tenue "gracias" se retiró. Iemitsu la esperaba más adelante, mirando en su dirección con una sonrisa ligera en su rostro.

Papà, papà! —gritó el niño entusiasmado al sentir la presencia de su padre.

—Creo que Tsuna ha ganado más fans —comentó el rubio, sosteniendo al pequeño castaño en sus brazos—. ¡Y eso es porque eres tan adorable!

Tsunayoshi reía divertido al sentir las cosquillas que su padre le hacía. Nana a su vez reía por la actitud infantil que su esposo siempre mostraba delante de su hijo. Entonces, las cosquillas pararon y el niño pidió con desespero que lo bajara. Iemitsu creyó que era debido a que quería caminar tomado de la mano de ambos, pero al momento en que puso un pie sobre el suelo Nana entendió que se debía a lo que había dicho su hijo por la tarde; para cuando quiso advertirle al rubio que no lo soltara, Tsuna ya se había ido corriendo.

—¡Tsuna!

—¡Tsu-kun!

Gritaron al mismo tiempo, viendo cómo su hijo se perdía entre toda la gente que estaba visitando el festival.

—Lal, por favor vigílalo —pidió el rubio de manera tranquila, sabiendo que su joven pupila era muy capaz para cumplir con su tarea.

Lal Mirch ni bien tardó en aparecer frente a su señor cuando ya se había ido de nuevo. Nana soltó un suspiro confiando en el buen regreso de su hijo. Tal vez sonaba despreocupada, pero sabía que su hijo estaría a salvo, de no ser así, no habría cumplido con la petición de él; los poderes de una sacerdotisa nunca fallaban.

—Entonces Tsuna podrá verla —afirmó Iemitsu más que preguntando.

—Esto significará el inicio de muchos cambios para él. Solo espero que ella sea la indicada —cruzó un brazo alrededor del de su esposo y le sonrió con ternura.

—Seguro lo es. Será la primera persona que verá realmente con sus ojos, eso ya es mucho decir —le besó en la mejilla y comenzaron a caminar, saludando a las personas que les reverenciaban.

Sin duda, ella significará mucho para ti, Tsu-kun, y en muchos sentidos.

Palabras: 598
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